13/12/2010 - 11 usuarios online
El guionista y director argentino Daniel Burman regresa este jueves a las carteleras de su país tras dos previas incursiones en las relaciones paterno-filiales ("El abrazo partido" y "Derecho de familia") con una nueva comedia que retrata distintos momentos por los que pasa un matrimonio, luego que sus hijos crecen y emprenden su camino fuera del hogar. "En mis películas anteriores, de algún modo sin ser autobiográficas, conté detalles, etapas de mi vida. En cambio ahora me pareció interesante hablar de los miedos, porque estos son tan certeros e indefinibles, que a veces no podemos verbalizarlos", ha explicado el cineasta al diario La Prensa.
"El nido vacío", protagonizada por Oscar Martínez y Cecilia Roth, habla de un matrimonio, con hijos mayores, que emprendieron "vuelo" fuera del hogar paterno y ellos se enfrentan a tener que reconstruir sus vidas. El es un escritor, ella dicta clases en una universidad y además dirige algunos grupos de estudio. El se ve enfrentado a los pequeños cambios que provoca el cruzar la barrera de los cuarenta largos y quizás, para recuperar parte de una juventud, que siente algo perdida, decide tener una relación sexual con su dentista.
Burman dice que a partir de que tiene dos hijos disfruta mucho de la paternidad y quizás eso también influyó en hacer esta película. “Soy más conciente ahora de lo que significa la presencia de los hijos. Al escribir el guion también pensé que todo tiene un retorno. Si sos un buen trabajador, quizás te asciendan de puesto como premio. Pero aunque seas un buen padre para tus hijos, estos algún día te van a dejar para formar su vida. Y es así”.
“En la pareja que conforman Cecilia (Roth) y Oscar (Martínez) la presencia de los hijos es algo omnipresente, están siempre en los recuerdos, a través de objetos, pero ellos están solos y además se enfrentan a sus propios miedos y ciertos cambios físicos y biológicos”.
“Con el tiempo las formas de relacionarse van cambiando, aunque la estructura familiar se sostiene”, piensa en voz alta el director. “Cuando los hijos se van del hogar, por lo que observé en mi propia familia y en otros, no siempre son las madres las que más sufren. A veces es el hombre y eso le ocurre a mi protagonista. A los cincuenta todavía se pueden empezar muchas cosas, no obstante él, que es escritor, se enfrenta de golpe a ciertos temores, percibe cambios en la piel, en el cuerpo, en lo que siente, en el empleo del uso del tiempo”.
"La aparición de Cecilia -prosigue- hizo que el personaje tomara otra presencia en el guion. Los dos son actores increíbles y aportan su propia música a los personajes".
El mismo Burman, como sostiene la mayoría de los que han visto la película, afirma que hay un cambio. “Aunque me cuesta observar mi propio trabajo, sí es cierto que después de las dos últimas películas ("El abrazo partido" y "Derecho de familia") me sentía un poco agotado. Lo claro es que terminaba una etapa para comenzar otra”.
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22/04/2008 17:41:01