09/03/2021
Trabajó Juan Moro diez años como primer ayudante de dirección cinematográfica y guionista en largometrajes, cortos españoles e ingleses, producciones de animación, vídeo clips y anuncios publicitarios. En la actualidad, idea mundos fantásticos en los que los extraterrestres se enfrentan a cuerpos de liquidadores y las batallas se libran en escenarios que permiten al lector evadirse de la siempre aburrida realidad. Sus obras ya han recibido varios premios. El último, el de Villa de Binéfar. El Diario Vasco lo entrevista este lunes:
- Podría decirse que usted ha conseguido hacerse escritor gracias a internet. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?
Es cierto que mis inicios literarios van unidos a internet, pero fue por casualidad. Publiqué mi primera novela Prance (El último guardián) a través de la editorial Libros en red, algo que surgió al azar. Acababa de escribirla y se la había dado a leer a algunos amigos. Me decían que tenía que publicarla, la presenté a un concurso y, al final, lo conseguí. Sólo en San Sebastián he vendido mil ejemplares en papel, pero por internet he registrado miles de descargas gratuitas.
- ¿Descargas gratuitas? ¿Como con los temas musicales? Eso debe de dotar de una nueva dimension a la difusión de libros
Consigues llegar a más público, a gente de otros países, cuantas con mayor apoyo Si tus obras están en internet, cualquiera puede acceder a ellas. En mi web -www.jmoro.net- tienes la posibilidad de descargarte gratuitamente mis relatos tras registrarte. También tienes la posibilidad de comprar los publicados.
- Nunca he leído un libro en la pantalla del ordenador. Convénzame para que renuncie al tacto del papel.
No sé qué decirte. Leer de la pantalla es, hoy en día, un infierno. Hasta que no exista un ordenador pequeño que ofrezca la misma calidad que la que ofrece el papel a la hora de leer un libro, la gente seguirá imprimiéndoselo. Se sacan copias y copias. Y eso que cuesta una pasta. Imprimir una novela de 500 páginas equivale a un cartucho de tóner. Casi te sale mejor comprártela.
- Sin embargo, parece que las nuevas tecnologías jugarán en el futuro un papel decisivo en este ámbito.
Estoy convencido de que en el futuro habrá libros digitales, y no en un futuro tan lejano, como máximo en veinte años. Ocurrirá lo mismo que con los discos de vinilo, que han quedado para nostálgicos. Será más ecológico, por no hablar de que podrás llevar todos los títulos del mundo en poco espacio y sin miedo a que se estropeen.
- Escuchándole, da la impresión de que todo serán ventajas.
Los libros digitales serán muy prácticos, pero también se creará un problema con el tema de las copias, como ocurre ahora mismo en la música.
- Tengo una curiosidad. ¿Qué hace un realizador de televisión como usted metido a escritor de libros y, nada menos, que libros de ciencia-ficción?
La culpa la tienen los bancos. Cuando era ayudante de dirección cinematográfica y guionista, no querían concederme una hipoteca para comprarme una casa. Entonces empecé a trabajar en una inmobiliaria, luego estuve dos años de fontanero y más tarde, hice de transportista a lo bestia de prensa y papelería. Ahora sigo trabajando de transportista, pero lo hago para el Gobierno Vasco. Llevo diez años en el puesto y tengo que confesar que estoy muy contento, porque el horario me permite ponerme a escribir todos los días a partir de las siete de la tarde y los fines de semana. Son las ventajas de este empleo.
- Vamos, que se ha convertido en una especie de funcionario del volante.
Ejem. Trabajo más que ellos. Ja, ja, ja...
- Aún no me ha contado cómo empezó a escribir.
Mi trabajo de guionista ya tenía relación con esto, pero la verdad es que empecé en serio un día que estaba aburrido en casa. Hice un borrador de 120 páginas y se lo di a leer a unos amigos. De ahí salió un libro de 280 páginas que, al repasarlas, se convirtieron en 550.
- ¿Es cierto que escribe durante las pausas publicitarias de las películas?
Soy un psicópata, lo sé. Ja, ja... Los veinte minutos de anuncios que echan de un tirón en la tele cuando estás viendo una peli me dan para escribir un capítulo. Cuando se acaban, paro de escribir y lo retomo en el siguiente bloque publicitario. Lo bueno es que no pierdo el hilo. También escribo en los semáforos en rojo. Los aprovecho para tomar pequeñas notas.
- Tiene suerte de que eso no quite puntos como lo de hablar por el móvil.
De momento...
- No es habitual que los nuevos escritores se decanten por un género tan peculiar como la ciencia ficción. ¿A qué se debe esa especial predilección?
Desde niño me ha gustado leer este tipo de libros. En casa tengo unos dos mil. He leído otros géneros, pero éste es el único que consigue sacarme de la realidad. Dejas de estar en este mundo para disfrutar de otro planeta en el que hay marcianos, naves espaciales...
- ¿Dónde se inspira?
En el día a día. No hay más que mirar alrededor. Somos una especie realmente extraña. ¿Por qué crees que los extraterrestres no establecen contacto con nosotros? No lo hacen porque están aterrados. Si yo fuera ellos no vendría aquí ni loco.
- ¿En qué trabaja en este momento?
Estoy escribiendo una novela que se desarrolla casi entera en San Sebastián. Se titula Línea de defensa, el Urumea y trata de una ciudad en la que la raza vasca está a punto de extinguirse entre otras nacionalidades . Sólo queda un hombre, el capitán Zulueta. Espero tenerla terminada para el verano.
© abc guionistas
21/01/2008 12:52:46
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