27/10/2020


Noticias de guion

Emmanuel Mouret habla sobre su comedia romántica "El arte de amar"


"El arte de amar"

El francés Emmanuel Mouret ("Enredos de amor", "Cambio de dirección", "Bésame por favor"...) estrena este viernes en España su comedia sentimental en episodios "El arte de amar", que reflexiona sobre el eterno tema del amor y su influencia en nuestras vidas, una cinta para hombres y mujeres, enamorados o desengañados, en definitiva para todo aquel que en algún momento de su vida haya sentido latir el corazón más muerte ante otro persona. Para su guionista , director y actor, se trata de proponer "un examen de conciencia" sobre diversos temas relacionados con nuestras relaciones sentimentales, con humor y sin caer en el moralismo.

- ¿Cómo surgió "El arte de amar"?
Suelo anotar en libretas lo que se me pasa por la cabeza. A veces son simples situaciones, y a veces principios de relatos. Para escribir el guion de "El arte de amar", recurrí a esas notas, algunas recientes y otras que se remontaban a diez años atrás, como es el caso de la historia de Amélie, la joven que quiere a toda costa ser de utilidad a los demás y acaba teniendo que lidiar con reacciones inesperadas; pero todas giran en torno a ese juego del deseo con los sentimientos, un tema que me interesa desde siempre.

- ¿Por qué reunir todas esas historias y no elegir solo una?
Tenía ganas de hacer una película muy densa, muy rápida, con relatos encadenados y entrecruzados. Algunas de esas historias podrían haberse desarrollado de forma independiente a lo largo de una hora y media, pero quería una ficción construida en torno a momentos esenciales, como una recopilación de relatos.

- En "El arte de amar" encontramos una paradoja muy importante para usted: la joven pareja que pone a prueba sus sentimientos lanzándose al adulterio, la pareja madura cuya mujer siente la tentación de ceder a sus deseos y advierte al marido...
En "El arte de amar", cada una de las situaciones analiza la problemática del deseo y propone un examen de conciencia. Mis personajes pretenden ser libres y quieren satisfacer sus deseos con total transparencia. Es algo que me divierte y me fascina. Me permite, sobre todo, examinar nuestras costumbres actuales y, como quien no quiere la cosa, plantear cuestiones morales, sin que lleguen a ser nunca moralizadoras.

- ¡Cuántos rodeos para decir "Te quiero"!
Se pueden preferir los rodeos a la línea recta. A menudo, en las películas, dos personajes se sienten atraídos el uno por el otro e inmediatamente se acuestan juntos. A mi alrededor veo que las cosas ocurren de forma mucho más compleja. Para satisfacer el deseo de uno, hay que satisfacer también la conciencia. Es algo que nos concierne a todos, incluso a aquellos que tienen infinidad de aventuras. Mis personajes se enfrentan a situaciones en las que existe un impedimento moral, de negociación con ellos mismos y con otros. Me interesan los procesos que llevan a estar en consonancia con un deseo inestable por naturaleza. Por otro lado, son una garantía de ficción y suspense. Como espectador, me gusta sentirme impaciente por saber qué va a pasar. Como cineasta, lo pongo en práctica.

- El humor y la frivolidad están omnipresentes en "El arte de amar".
Me tomo el tema muy en serio, pero espero no tomarme en serio nunca. Me resulta indispensable mezclar la fantasía con cierto grado de seriedad. El humor indica una distancia, un pudor... Schubert decía que cuando componía música triste, incluía invariablemente (a pesar suyo) una tonalidad jovial, y viceversa. Modestamente, intento hacer lo mismo. Es una cuestión de carácter. No soy una persona entera, sino más bien dubitativa.

- Le encantan los actores y en esta película se ha deleitado. Empecemos por las "veteranas" de su universo: Judith Godrèche y Frédérique Bel.
Tenía ganas de coincidir de nuevo con ellas, aunque a la hora de elegir a los actores, siempre hay un componente de azar, timing y disponibilidad. Me gustó trabajar de nuevo con ellas, así como con Ariane Ascaride, que aparece también en "Changement d'adresse", y Elodie Navarre, con la cual, en el pasado, estuve a punto de hacer un proyecto que al final no salió.

- Y los recién llegados: Stanislas Merhar, François Cluzet, Laurent Stocker, Pascale Arbillot,
Gaspard Ulliel, Julie Depardieu...
Me alegro de haberlos conocido. Todavía hoy me asombra la suerte que he tenido. Hacía años que soñaba con trabajar con François Cluzet. Su entusiasmo colmó con creces mis expectativas. Pensé en Julie Depardieu inmediatamente para el papel de Isabelle. Su gran simpatía es tan evidente que se ajusta a la perfección a ese personaje de la amiga con la que se encuentra Amélie y que acepta su estratagema. Me parecía que el contraste con Judith Godrèche funcionaba a la perfección. Con el resto de actores, ocurrió de la forma más sencilla posible. Todos aquellos en los que pensé desde un principio están en la película. El único personaje para el que tuvimos que recurrir al casting tradicional fue el de William. Teníamos en mente contratar a un joven desconocido y ¡sorpresa! Gaspard Ulliel se presentó a los ensayos. Y el papel le iba como anillo al dedo.

abcguionistas con información de AVALON

24/05/2012 19:57:44

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