01/03/2021
"La jaula de oro", del español afincado en México Diego Quemada-Díez, se convirtió en la película mexicana más premiada de la historia, tras superar a "Amores perros", la cual mereció el título de honor durante más de diez años.
Inna Payán, una de las productoras del film del año pasado, declaró: "Me siento afortunada de haber participado en este proyecto, es una película que ha sido bien aceptada alrededor del mundo, quisiera hacer más historias como esta, pero no sé si lo logre, es algo que me motiva". Sobre la película acerca de las migraciones a EEUU por parte de dos adolescentes comentó: "La película me dio una lección en todos los sentidos, desde la forma de filmarla cronológicamente, hasta abordar el tema de la migración, no solo fue un aprendizaje sociológico sino de vida. El tema está incrustado en la realidad, es doloroso y relevante, porque es lo que justo vemos ahora dentro de esta situación".
Además señaló la labor que tiene el cine para abrir la mente de las personas: "Como cineastas, hay un momento en el que enfrentas temas de este nivel y no sabes qué hacer o cómo apoyar más, pensamos que la película ayuda un poco a fortalecer la conciencia sobre lo que se vive en este país y Centroamérica".
"La jaula de oro", ganadora de 9 Arieles del cine mexicano, mostró su vigencia este año cuando miles de niños y adolescentes centroamericanos emigraron ilegalmente a Estados Unidos (el tema de la película), provocando un problema social de primer orden. Respecto de la manera de atajar ese problema, en entrevista con NOTICINE.com, el propio Quemada-Díez, decía: "Una solución muy concreta para la problemática en Estados Unidos sería crear contratos temporales, de seis meses o un año, para que la gente pudiese ir a trabajar. Así recogerían fruta o lo que sea, ganarían el dinero y regresarían a casa. El problema es que como hay un vacío legal total y esta hipocresía tan grande y como el enfoque es en la criminalización del inmigrante y la represión no se está permitiendo que la gente vaya a ganarse la vida y luego volver. Entonces, se fragmentan las familias, la gente se tira diez años desconectada de su tierra, de su pueblo, de su gente. Y si se gestionaran visados temporales donde la gente pudiera trabajar y volver… Ellos te dicen: "Yo no quiero quedarme en EEUU pero la familia depende de mis ingresos" y como hay un problema de papeleo, entras y no sales, que es también el por qué del titulo de la película, "La jaula de oro", una metáfora del encierro que sufre el inmigrante. Hay soluciones, pero no hay voluntad para solucionar la raíz estructural del problema. Yo creo que también estamos en un momento en el mundo en el que la idea de que no hay solución, de que todo lo tenemos que asumir se repite. Hay un derrotismo… Creo que es parte del no querer cambiar las cosas porque considero que el ser humano tiene la capacidad de abolir estos problemas. El ser humano tiene una capacidad creativa impresionante y creo que podemos crear una realidad más justa. Yo quiero lograr algún tipo de impacto positivo; obviamente, no puedo cambiar el mundo de la noche a la mañana. Sería muy pretencioso por mi parte, pero sí intentar que cada uno, con nuestro granito de arena, nos enfoquemos más en los contactos humanos y no tanto en esta explotación de las personas. Es como esa escena de "Los hermanos Marx en el Oeste", que van destruyendo el tren, y van metiendo los vagones, las maderas, en la caldera de la locomotora… Para que vaya más rápido. ¿A dónde vamos con esta obsesión por la productividad y el materialismo? ¿Por qué no nos enfocamos también en aspectos más humanos y espirituales de la existencia?".
abcguionistas
15/08/2014 09:56:20
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