29/07/2017


Noticias de guion

Pedro Almódovar habla sobre su cine en el Círculo de Bellas Artes de Madrid


 

No cabía un alfiler. La sala de columnas del Círculo de Bellas Artes de Madrid fue el escenario donde el 13 de enero tuvo lugar la sesión en abierto con el director Pedro Almodóvar organizada por SUR, escuela de profesiones artísticas y ACCIONA. Fuera de la sala, decenas de personas esperaban con la esperanza de poder entrar a escuchar al cineasta manchego. Los afortunados que encontraron hueco disfrutaron durante un par de horas de la charla de Pedro, (porque para todos ya es "Pedro", desde que Penélope Cruz impusiera dicha familiaridad al gritar su nombre cuando le entregó el Oscar en el año 2000).

El director, que está a punto de estrenar Julieta, abrió la sesión remontándose a su primera infancia y declaró que siempre tuvo claro que quiso pertenecer al mundo del cine. “En la Mancha nos daban pan con chocolate, y el chocolate traía unos cromos de Hollywood... así que mi primer contacto con el cine fue grasiento y suntuoso” contaba Almodóvar, divertido. De este recuerdo saltó a aquel otro en Extremadura cuando los niños orinaban al lado de la pantalla del cine de verano. “Yo no dejaba de mirar, allí la dimensión de la pantalla era gigantesca y yo quería evadirme y conocer a toda esa gente”, dijo.

Después de aquello se convirtió en un cinéfilo devoto. “Quería ir a la escuela de cine, pero Franco tuvo el detalle de cerrarla y entonces la Filmoteca fue mi escuela” continuó el cineasta, que al mudarse a Madrid se compró una cámara Super 8 para empezar a hacer cine. Confesó que aquello era la “realización de un sueño” porque en aquella época era muy difícil empezar y considera que los jóvenes cineastas de ahora deben de tener la misma sensación, porque tampoco es fácil debutar. Lo que marca la diferencia de una época y otra para el director de Laberinto de pasiones, es la llegada de internet y las nuevas tecnologías. Almodóvar comentó con tristeza que actualmente una película que lleva más de dos años de trabajo puede acabar “convertida en chatarra” y aseguró que él sigue filmando pensando en proyectar en pantalla grande, no para ipad o móviles.

Después de esto, el director de Mujeres al borde un ataque de nervios desgranó su proceso de creación y apuntó que es el momento en el que es más “íntegro, cruel y autocrítico” consigo mismo. “Cuando escribo, el espectador no existe, para mí no tiene cara. Hay métodos de escribir pensando en el espectador, pero yo prefiero no hacerlo”, dijo. Almódovar manifestó que su manera de crear es “estar despierto y registrar todo lo nos rodea”. A Pedro todo el vale, desde un recorte de periódico hasta un momento televisivo. Sobre esto último contó una anécdota: un día viendo el telediario en un bar pensó que sería muy divertido que la presentadora confesara un crimen. Y se fue corriendo a su casa y escribió de un tirón la célebre secuencia de Tacones lejanos en la que Victoria Abril declara que ha asesinado a su marido.

Para Almodóvar, “la inspiración viene de todos lados”, pero sobre todo de la realidad. “Escribes una primera línea sobre un tema, luego una segunda línea, y si después de una página ese tema te sigue apasionando es que tienes que escribir un guion sobre ello” opinó. El guionista manchego escribe varias historias a la vez, compone veinte hojas de cada una y las deja reposar. Cuando una de ellas se impone sobre las otras escribe el guion. Sobre de qué hablar y el compromiso con la sociedad, expresó que es “incapaz de imponerse temas”, que más bien lo eligen los temas a él y que inevitablemente las películas reflejan la época en la que están hechas. Declaró que en sus películas no hay temas explícitos, pero sí unas señas que lo identifican como son “la libertad y la autonomía moral”.

Ante la pregunta de uno de los asistentes sobre la evolución de su cine, Almodóvar admitió que sus películas actuales son muy diferentes que las de los años 80, pero siguen teniendo su sello. En Julieta va a mantener la línea de sus últimas películas y se va a ver “un dolor y la superación del mismo”. Si se tuviera que definir, dijo que elegiría la frase que le dedicó un crítico en una ocasión: “A menudo de mal gusto, pero nunca aburrido”. En efecto, haciendo gala de esa diversión, cerró el evento dando un beso a una participante que se proclamó muy fan suya. Un beso muy hollywoodiense, muy suntuoso. El público cerró al acto con una gran ovación.

 

Laura Bermejo/ Abcguionistas

18/01/2016 16:17:24

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