01/02/2011 - 30 usuarios online
Ha trabajado como guionista para Televisa y TvAzteca, proyectos que le han dado importantes satisfacciones, pero Magda Crisantes Peraza confía en que alguna vez una de sus historias se convierta en una telenovela de éxito o gane un premio en Cannes. Así lo confesó al diario Noroeste.
Hablar de esta culiacanense es hacer un gran libreto, pues su carrera en la que ha tenido tratos con figuras como Verónica Castro, Vicente Leñero, Luis de Llano Palmer, Alberto Aridjis, es extensa y repleta de anécdotas y experiencias como escritora, jinglista, maestra universitaria y ahora como agricultora.
Con sentido del humor refiere que es "mercenaria de la pluma", pues ha escrito sobre pedido también guiones corporativos. Todo es cuestión de que a sus manos llegue la información para que la convierta en una historia informativa o ficticia. Todo hecho siempre con entrega, con pasión. "Lo que se ofrezca compongo", agrega.
Tenía 15 años cuando compuso canción que pocos saben quién es la autora, se titula Niña, y se la dedicó a la virgen; ha escrito otros temas; la letra del videhome de La Leona, que se hizo en Costa Rica, un conocido jingle de Apac: Para ti el primer paso fue algo natural..., canta mientras explica.
Al año de haber egresado de la carrera de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, el mismo que tenía de casada, sin proponérselo entró a trabajar a Televisa. Llegó ahí porque buscaban talentos musicales y a ella le gustaba cantar y componer, pero terminó realizando los promocionales de programas y telenovelas durante cinco años.
"Así fue como conocí a muchos que ahora son productores y que antes formaban parte del equipo de Valentín Pimpstein, por ejemplo. Quería escribir así que cuando se impartió un curso para escritores de telenovela en el departamento de Recursos literarios convencí a mi jefa para que me dejara tomarlo", comparte.
Así fue como Angeli Nesma le pidió que revisara los libretos del melodrama Mi pequeña Soledad, escrita por René Muñoz y Marisa Garrido, donde conoció a La Vero y a la par del trabajo, surgió en ellas una gran amistad.
Se sentía contenta realizando los promos y como editora literaria, tener trabajos "sin palancas"; pero la satisfacción vino cuando vio su nombre, su crédito, en la pantalla.
Después vinieron proyectos como Alcanzar una estrella 2, producida por Luis de Llano, La movida, en este último invitada por su amigo Alberto Aridjis y donde de nuevo tuvo tratos con La Vero.
"Toda mi vida estaré agradecida con Verónica por haber confiado en mí. Como jefa es maravillosa, le gusta que su gente esté bien remunerada, decía que tenía el mejor equipo de trabajo de la televisión mexicana. Ahora, cada vez que nos encontramos y la abrazo con cariño, todavía me dice 'Magdota", que puede resultar extraño porque soy chaparrita, pero Vero es un poquitín más chaparrita que yo, como medio centímetro", cuenta sonriente.
Magda a su plática le añade sabor. Su carácter sencillo sale a relucir mientras narra un pasaje de su vida, horas de trabajo intenso, anécdotas y experiencias.
"Los programas en vivo requieren una serie de habilidades que van más allá de lo propiamente literario; hay que resolver lo que se presenta en el momento, hay que escribir en las rodillas, cambios, ajustes, ¡córrele!", indica.
Tras La movida vinieron otros proyectos en vivo como El Teletón, Código Fama, Momento de decisión, este último para Argos, entre otros, algunos, cuenta, "desde fuera" los hacía, como cuando regresó a su tierra para trabajar en Difocur, etapa que coincide con el inicio de su rol de mamá, por lo que un tiempo se alejó del medio.
A la interrogante de si es difícil ser guionista, responde con otra pregunta.
"¿Es difícil trabajar?, cuando a uno le gusta.... y yo soy gente de trabajo", sostiene, quien es admiradora de la obra de Óscar Liera.
Paradójicamente, cuenta, nunca tuvo la oportunidad de que algo suyo se proyectara cuando estuvo trabajando dentro de Azteca Novelas, aunque sí escribió el guion de Maravillas de México, que era una propuesta de Fernando Reyes Morris, al que ahora define como un ejercicio interesante por las versiones que hizo, aunque al final fue un proyecto que no se produjo.
El regreso
Magda está de regreso en casa, aquí, dice, quiere estar, en su tierra, entre su gente, y participando en un negocio familiar.
Pero desde aquí, la guionista culiacanense ha sido partícipe de varios proyectos televisivos, como dialoguista en Contrato de amor, en algunos capítulos; Pasión morena, y recientemente en la telenovela Quiéreme tonto.
Ahora, son otras las oportunidades que llegan a su vida, pero esta vez en su ciudad, al participar en la realización de una telenovela y una serie juvenil.
Pero, dejar de escribir, ¡ni pensarlo!, porque lo considera una condición de vida, y confía en que alguna vez uno de sus guiones gane en el festival de Cannes.
"Como dice Geney Beltrán: 'Escribir es una necesidad existencial. Yo me siento así: no podría no escribir, aunque sea por e-mail... pero una cosa es escribir y otra contar historias. Para contar historias se necesita oficio", precisa.
Además de que en el campo, y con las enseñanzas de sus padres, ha encontrado otra pasión, la producción de lichis y mangos, pero ese, es otro libreto en la vida de Magda.
© Noroeste / abc guionistas
12/08/2010 12:22:43