05/01/2010 - 18 usuarios online
Este jueves llegó a los cines españoles la película alemana "Un conejo sin orejas", confirmación del excelente momento comercial y de talento que exhibe el cine alemán en este siglo XXI. El ídolo nacional Til Schweiger ("Lara Croft - Tomb raider: La cuna de la vida", "Inglourious Basterds") la ha coescrito, producido, dirigido e interpretado con óptimos resultados: 10 millones de espectadores y más de 40 millones de euros desde finales de 2007.
"Un conejo sin orejas" enfrenta a dos personajes aparentemente irreconciliables y nada susceptibles de enamorarse. El, Ludo (Til Schweiger) es un conocido reportero de la prensa del corazón que consigue siempre las mejores exclusivas aunque tenga que inventárselas. Ella, Anna (Nora Tschirner) dirige una guardería. Aunque ambos se conocieron en el colegio, donde Ludo le hacía la vida imposible a su compañera, nada parecía indicar que algún día volvieran a verse y ella tuviera una oportunidad del destino para resarcirse... hasta que un juez condena al periodista por sus oscuros manejos y éste acepta intercambiar la pena de cárcel por 300 horas de trabajos sociales, precisamente en la guardería de Anna, donde ahora ella es la que manda...
"En 2006, estaba rodando en Los Ángeles -dice Til Schweiger- y allí estaba también mi coguionista, Anika Decker. Por las noches nos reuníamos y seguíamos con la trama de "Un conejo sin orejas". Dormimos poco aquellas semanas. Iba todo sobre ruedas, pocas veces he visto algo así. Así que no paraba de decirle que siguiéramos, porque iba de maravilla. Terminamos a las cinco semanas".
"Normalmente -añade el actor y cineasta alemán- son mujeres las que escriben las comedias románticas. En mi opinión, la calidad de "Un conejo sin orejas" radica en que los autores son un hombre y una mujer, por eso es una película para un público tanto masculino como femenino, porque tanto Annika como yo hemos incluido nuestras experiencias. La mayoría de las cosas nos han pasado y otras cosas nos las han contado, por eso la comicidad es tan auténtica. "Un conejo sin orejas" es en realidad la primera comedia romántica alemana de verdad, pero no es una película de mujeres. Aunque a las mujeres les guste más, a los hombres también les entusiasma".
Til Schweiger se siente sobre todo orgulloso de su guión, aunque también haya realizado y protagonizado la cinta: "El final de una comedia romántica es predecible, ya que nadie quiere ver una comedia de amor en la que la pareja no termine junta. Lo especial es la trama. ¿Qué ocurre en el camino hacia ese final? Los ingredientes son clásicos: algunos para el corazón y otros para reírse. La película incita al público a replantearse su actitud ante las relaciones y el sexo".
"cuando escribo un guión, -agrega- pienso en el papel del protagonista para mí. Pero en este caso estaba claro que Nora Tschirner iba a ser Anna, porque los dos teníamos pensado desde hacía tiempo rodar una comedia romántica. Escribir el papel de un personaje para un actor en concreto facilita las cosas. En "Knockin´ on heaven’s door" no escribí el papel conscientemente para mí y cuando rodamos me di cuenta que algunos diálogos no fluían. Ahora, tras algunos años, ya no ocurren esas cosas: en los ensayos nos dimos cuenta de que el lenguaje estaba hecho para Nora y para mí. Y al rodar, los diálogos fluían".
Simultanear tantos trabajos en la misma película no fue tan difícil para el astro alemán: "Cuando empezamos a rodar, ya habíamos terminado el guión y no tuve que ocuparme de la producción porque la película tenía financiación. De las labores diarias de producción durante el rodaje se hacía cargo mi socio Tom Zickler y el director creativo Mark Popp. El montaje lo hacía por la noche, en el descanso para el almuerzo y los fines de semana. Sólo me quedaba actuar y dirigir. Ya con otras películas comprobé que podía compaginar ambas cosas. Necesito más tiempo para comprobar mi propia actuación y también la interacción con los compañeros. Y este tiempo lo compenso con otras cosas. No ruedo las escenas cinco o seis veces en bloque. Cuando tengo la primera toma, voy a por la siguiente escena. Si no queda bien, ruedo 13 tomas, pero me ocurre pocas veces. Eso es posible si tienes un buen guión y buenos actores, las repeticiones son innecesarias. Es útil tener unos buenos cámaras, maquilladores, escenógrafos, montadores... Si lo consigues, sólo hay que tener cuidado de no ser un obstáculo para ellos, como decía Billy Wilder".
© abc guionistas
01/05/2009 10:57:33