13/12/2010 - 5 usuarios online


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Gutiérrez Aragón abre el Festival de Málaga con una aproximación a la violencia en Euskadi

G.A. durante el rodaje
G.A. durante el rodaje

De un hecho real, el guionista y director Manuel Gutiérrez Aragón se inspiró para hacer su nuevo trabajo, "Todos estamos invitados", que este viernes abre el Festival de Málaga. Coescrita con Angeles González Sinde, la cinta trata de un joven "etarra" que pierde la memoria tras recibir un tiro de la policía. "La realidad del País Vasco es múltiple y cambiante, pero tiene una constante, la muerte, y ése era el tema sobre el que quería dar testimonio con esta película. Lo que es la vida y la muerte en el País Vasco. Quería dar testimonio de todos estos años en el País Vasco", ha dicho el cineasta cántabro.

"El personaje del etarra que sufre amnesia -añadía Gutiérrez Aragón- está basado en un hombre real, una historia que me contó Bandrés de un etarra al que durante un atentado cometido contra camiones franceses le hirió la Guardia Civil. Como consecuencia de ello perdió la memoria. Me pareció muy interesante desde el punto de vista narrativo, personal y como metáfora. Ese hombre ya murió y yo me lo he traído a esta época. La amnesia me ha valido para hacer un poco más entrañable al personaje y no tener que hacer simpático al personaje de un etarra en activo. El público puede desarrollar cierta simpatía por él".

La amnesia es una metáfora para retratar unos hechos trágicos. "Hacer una película así no es fácil, porque siempre se van a quedar cosas fuera. Ahí están los asesinatos, los amenazados, las víctimas, los rencores, la policía... Por eso una de las tácticas que he empleado es la de no decir nunca la época en que suceden las cosas, porque así podía meter cosas de distintos momentos", ha comentado el director y guionista.

"Una de las cosas -agregaba- que más me impresionaron, más allá de los asesinatos y los amenazados, que es el tema principal de la película, es el hecho de mirar para otro lado. En el franquismo, la iglesia, los jueces... también miraron para otro lado. Lo que pasa hoy en el País Vasco me recuerda mucho a la situación que yo viví en el franquismo, cuando había gente que pensaba y te decía que, si no te metías en el problema, no te pasaría nada. Con esta película he revivido mis propias experiencias con el franquismo. Por eso, la gente que mira para otro lado aparece tanto en la película. Hoy, en el País Vasco, hay silencio y lo que ha ocurrido es que los amenazados se han convertido en un elemento más del paisaje. Si no existiera el miedo, no obrarían así".

Gutiérrez Aragón ha explicado que ya antes de hacerse realidad la película, detectó en Euskadi su carácter polémico: "Algunas personas de allí, sobre todo profesores universitarios, leyeron el guion y me dijeron que era injusto, porque ellos sí eran solidarios con sus compañeros amenazados por ETA. Otros profesores, personas amenazadas, sin embargo, me hablaban de su absoluta desolación. Me contaban lo humillante que era tener que dar clase con escoltas y me decían que eso era la prueba de que no existía esa solidaridad. Uno de los profesores cuando estábamos rodando allí se asustó porque pensó que era verdad. La gente de San Sebastián se acercaba y me daba las gracias por la película. Tengo que decir que jamás nadie me hizo un reproche justamente por eso, por hacer esta película".

El cineasta asume su responsabilidad y considera haber hecho un film valiente: "He intentado mojarme, caer en todos los charcos y meterme en todos los sitios donde no debía. No he intentado para nada hacer una película políticamente correcta. Los políticos deben ser muy correctos, de hecho la corrección en ellos me parece que es un hecho muy positivo, pero yo tenía que ser justo lo contrario y decir todo lo que los políticos no pueden decir. Los políticos no pueden reprochar a la sociedad vasca que mire para otro lado, pero a mí no se me puede pedir que la película sea lo que los políticos desean que se diga".

© abc guionistas

04/04/2008 13:00:14