13/12/2010 - 12 usuarios online


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Tamara Jenkins estrena en España su guion candidato al Oscar

Jenkins
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La ancianidad es un tema muy pocas veces tocado por el cine. Las salas se llenan de adolescentes y -piensan los productores y los estudios- lo que menos les interesa a éstos es la problemática de sus abuelos... o el futuro que a ellos mismos les espera. Sin embargo, algún día tendrán que enfrentarse a la desaparición de esos abuelos, a la jubilación de sus padres... y a veces a las enfermedades relacionadas con la Tercera Edad. De eso habla "La familia Savages", una comedia dramática de la conocida guionista y directora norteamericana Tamara Jenkins, que llega ahora a las salas españolas, tras optar al Oscar al mejor guion original este mismo año.



“Era algo que estaba sucediendo a mi alrededor y al principio tenía miedo de escribir sobre ello. Es un tema que intimida, pero al final, creo que "La familia Savages" es una historia que no trata sólo de enfrentarse a la muerte, sino también, de verdad, de vivir la vida, incluso en la más pequeña de las maneras”.

Jenkins había saltado antes a primera línea con su debut como guionista y directora, aclamada por la crítica, de "La otra cara de Beverly Hills", la valiente e hilarante historia de una pobre familia judía que intenta salir adelante en la periferia de Beverly Hills en los liberados años setenta. Protagonizada por Natasha Lyonne, Alan Arkin, Marisa Tomei, Carl Reiner y Jessica Walter, la película se convirtió en una favorita del culto, y dejó clara la habilidad de Jenkins para atravesar territorios con una devastadora agudeza.

Nadie estaba seguro de adonde llevaría la imaginación de Jenkins después de aquello, incluyendo al productor Ted Hope, quien, impresionado por su trabajo anterior, había contratado a Jenkins a ciegas para que se encargara de escribir “lo que quiera escribir, siempre que tenga algo de humor”. Hope, que había fundado luego la compañía de producción This is that con Anne Carey y Anthony Bregman, recuerda vívidamente el momento en que Jenkins le llamó y le dijo que ya se había imaginado de que iría su próxima película. Le invitó a su interpretación hablada en The Moth, un local de Gramercy Park dedicado a obras urbanas en la que los oyentes pueden escuchar a todo el mundo, desde cuentistas en formación a narradores maestros y a autores de éxito.

“Durante la actuación, Tamara contó la historia de llevar a su padre, que estaba sufriendo de demencia, a un viaje en avión por el país”, explica Hope. “Tenía a la audiencia histérica. La narración fue increíblemente conmovedora y sentida, y contenía estos personajes reales que resultaban únicos y fascinantes de observar. Y todas las cosas que aparecían en la actuación, los personajes dinámicos, las crudas emociones, el equilibrio entre el humor, la tragedia y la vida real, Tamara fue capaz de llevarlo al papel, y a la pantalla, en “La familia Savages”, afirma Hopes.

Jenkins hace hincapié en que la narración del cuento en The Moth fue sólo una de las muchas semillas que condujo a la creación, en múltiples capas, de "La familia Savages". “La historia se ensambló como un mosaico compuesto por todos estos pequeños fragmentos de ideas, algunos de ellos de mis propias experiencias, algunos de otras cosas que había observado a mi alrededor”, explica ella. “Luego, todo comenzó a encajar, realmente, a través de los personajes de Wendy y Jon, estos dos hermanos adultos que tienen modos totalmente diferentes de enfrentarse al mundo y que sin embargo se ven arrojados en esta experiencia completamente primaria en la que no tienen otra opción que apoyarse uno en el otro”.

La historia comenzó a ampliarse convirtiéndose en otro tema cinematográfico rico, pero raramente explorado, la compleja red tejida por la relación hermano – hermana. Mientras Jenkins siguió escribiendo, comenzó a ver a Wendy y a Jon en términos de dos personajes de cuento de hadas, poco probables: Hansel y Gretel, el dúo forjado por los hermanos Grimm que, abandonados por su padre leñador, se encuentran perdidos en un bosque encantado.

“Yo estaba leyendo la obra de Bruno Bettleheim The Uses of Enchantment, y me acuerdo de que esta idea de Hansel y Gretel se parecía mucho a lo de Wendy y Jon”, recuerda Jenkins. “Hansel y Gretel es realmente una historia acerca de niños que se enfrentan a la muerte por primera vez; son rechazados por sus padres, se ven arrojados al bosque y obligados a encontrar su propio camino, a crecer y, cierto sentido, a convertirse en personas. De modo que comencé a ver a Wendy y a Jon como una versión moderna, de mediana edad, de Hansel y Gretel, un hermano y una hermana obligados a hacer un viaje a esta surrealista Tierra de la Ancianidad en la que no están muy seguros de sobrevivir”.

Pero si Jenkins se vio empujada en parte por esta sencilla y resonante alegoría, se entusiasmó aún más con la conversión de Wendy y Jon en algo de la vida real, desarrollando cada uno, de manera orgánica, una reacción opuesta a la terrible situación de su padre, con Wendy esperando de modo obsesivo hacer todo bien y Jon intentando mantener un sentido de realismo frío y distante. “Realmente adoro a estos personajes”, admite Jenkins. “Son terriblemente humanos y están increíblemente estropeados y totalmente jodidos y los adoro por eso. Son estas dos personas incompatibles, dañadas, que se encuentran en una especie de desarrollo suspendido. Aun cuando están en la mediana edad, todavía no son personas que están acabadas, y eso las hace muy interesantes”.

Jenkins también se sentía intrigada por la idea de que Wendy y Jon se encontraran en una posición en la que sintieran que debían cuidar de su padre, alguien que hizo un trabajo tremendamente pobre al cuidarlos a ellos de niños. “Es una situación en la que se encuentra un montón de gente, según he descubierto, y despierta muchas cuestiones provocativas”, comenta Jenkins. “Me alegra poder crear una tema de conversación acerca de algo que está en la mente de mucha gente. Sobre todo, quería crear personajes con los que la gente se pueda identificar puesto que no son perfectos y están haciendo una de las cosas que más miedo le da hacer a uno. Deseaba capturar la realidad de que nadie sabe realmente lo que está haciendo cuando se trata de estas cuestiones”.

Mientras que el territorio se adentra en la oscuridad, el humor era una cuestión esencial para el enfoque de Jenkins. “Esta historia, definitivamente no es El séptimo sell”, dice riendo, refiriéndose al drama clásico, aunque gravemente serio, sobre la muerte de Ingmar Bergman. Es una especie de perspectiva diferente acerca de todo el trastorno angustioso en el que nos encontramos”.

Ted Hope y Anne Carey quedaron encantados con el guion completo, del que pudieron ver inmediatamente que llevaba el inconfundible sello creativo de Jenkins. “Tamara es alguien que siempre encuentra el lado divertido de la tristeza o la triste diversión que hay en ciertas situaciones”, comentan. “En esta historia, te sientes como si apartaras las cortinas y echaras una mirada íntima a un mundo privado. Es un mundo que te rompe el corazón y sin embargo la película resulta increíblemente divertida y llena de esperanza. Se trata de dos personas que ni siquiera se daban cuenta de que tenían realmente una familia y que llegan a comprender la importancia de una familia. Aun cuando su familia fuera algo tan disfuncional, Wendy y Jon siguen sintiendo ese misterioso amor y apoyo que existe por debajo de toda la belicosidad. La historia te lleva a querer saber cuál será el siguiente paso en la vida de esta gente”.

También forman parte del equipo como productores ejecutivos, el marido de Tamara Jenkins, el guionista ganador de premios de la Academia Jim Taylor, y su socio guionista durante mucho tiempo, Alexander Payne, el director, ganador de Oscar, de películas como "Entre copas", "A propósito de Schmidt" y "Election". Payne, que es conocido por su exigente forma de escribir y realizar películas, estaba impresionado con el punto de vista de Jenkins. Dice acerca del guion: Resultó divertido, triste y auténtico al mismo tiempo”.

Jim Taylor consideró que el guion de su mujer era tanto “muy humorístico como muy conmovedor”. Jim resume: “Creo que a menudo somos tan reverentes con este tipo de experiencias que tendemos al sentimentalismo y no exploramos el humor que hay en ellas. Pero poder reírse de algo tan difícil ayuda a la supervivencia de todo el mundo”.

© Fox / abc guionistas

02/04/2008 16:26:21