05/01/2010 - 10 usuarios online
"Papa Hemingway: A Personal Memoir", una exitosa biografía de A.E. Hotchner sobre el ganador del Nobel de literatura, ha iniciado su camino a la gran pantalla. The Gotham Group y el productor Kevin Fortuna han adquirido los derechos de esta obra, basada en la casi década y media de amistad entre Hemingway y Hotchner.
La relación del cine con el periodista y escritor, que se suicidó el 2 de julio de 1961, ha sido muy intensa desde hace más de siete décadas: “Adiós a las armas”, 1932, de Frank Borzage y “¿Por quien doblan las campanas?”, 1943, ambas de Sam Wood y con Gary Cooper, uno de sus mejores compinches;”Tener y no tener”, 1944, con un director y dos actores míticos, Hawks, Bogart y Bacall; “Forajidos / Asesinos”, una de sus mejores historias, en 1946 dirigida por Robert Siodmak y 1964, por Donald Siegel; “Las nieves del Kilimanjaro”, 1952 más “Fiesta / El sol sale para todos”, 1957, ambas de Henry King; “Adiós a las armas”, 1957, de Charles Vidor y la famosa “El viejo y el mar” de John Sturges, 1958, con Spencer Tracy, entre otras adaptaciones porque el cine y la televisión siguen utilizando sus historias no siempre con la mejor suerte.
El propio Hemingway, interpretado por Chris O'Donnell fue protagonista en la cinta de Lord Richard Attenborough "En el amor y en la guerra / Pasión de guerra", que recordaba un momento trascendental en su crecimiento vital, cuando fue conductor de ambulancia en la I Guerra Mundial.
Hotchner, guionista de cine y TV él mismo, que sigo con nosotros a los 88 años, ya escribió un film sobre la misma época juvenil de Hemingway, "Cuando se tienen veinte años" ("Hemingway's Adventures of a Young Man"), en 1962.
"Papa Hemingway" era como se le conocía al autor en Cuba donde vivió más de 20 años, allí escribió entre otras famosas obras "Tener o no tener" y "El viejo y el mar" (1952). Y en la isla se sigue venerando su recuerdo, con su casa, La Vigía, convertida en museo, o su estatua sentada -como él hacía cada mediodía- en una esquina de la barra del bar Floridita, en la esquina de la calle Montserrate con Obispo.
Escribía aquí mismo Alberto Duque el pasado julio, que Hemingway fue "ese hombre que enfrentó la muerte disfrazada de todas las formas humanas y animales; que amó desaforadamente todas las posibilidades de la fama, el poder, el dinero, el sexo, el alcohol, los peligros grandes y pequeños, el azar, las mujeres, el boxeo, los toros, los amigos, los viajes, los celos, la soledad, la tristeza, el dolor propio y ajeno, y por encima de todo, que amó y murió por su profunda y más grande pasión, el oficio de escribir, un hombre así era imposible que cumpliera más años de los que alcanzó, interrumpidos además voluntaria y salvajemente".
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04/02/2009 22:27:59