13/12/2010 - 23 usuarios online
El indio afincado en Hollywood M. Night Shyamalan, que este viernes cumple la redonda y -dicen- trascendental edad de la madurez, los 40 años, fue un curioso caso de cineasta a la vez muy comercial y "de culto", pero se mueve hoy en la incertidumbre, después del relativo éxito comercial de "Airbender, el último guerrero / El último maestro del aire", que ha hecho olvidar a la industria -al menos en parte- sus previos fracasos. Sin embargo, el guionista y realizador de "El sexto sentido" no ha sido capaz de recuperar el amor de la crítica, que en su día le consideró una de las grandes esperanzas del cine internacional.
La traslación a la gran pantalla y a imagen real (reconvertida en 3D después de filmada) de la teleserie de Nickelodeon, "Avatar: La Leyenda de Aang", estrenada este verano boreal, recuperará su costosa inversión, 150 millones de dólares. Aunque en Estados Unidos se ha conformado hasta la fecha con 128 millones, que como poco se duplicarán en el resto del mundo, al menos Shyamalan puede presumir de haber salido del pozo tras dos importantes fracasos críticos: "El incidente / El fin de los tiempos" (2008), que a pesar de no ser mal negocio (costó menos de 50 millones y recaudó más de 163 en todo el mundo) decepcionó a muchos, y "La joven del agua" (2006), un descalabro económico (75 millones de presupuesto y poco más de 42 recaudados en Norteamérica).
Antes había filmado "El bosque / La aldea", mejor recibida que las anteriores pero lejos de sus previos sucesos "Señales", "El protegido" y "El sexto sentido". Esta última fue su gran revelación, después de dos cintas independientes que pasaron bastante desapercibidas y que incluso hoy él mismo critica. 1.500 millones de dólares recaudados entre "El sexto sentido" y las dos siguientes en todo el mundo le convirtieron en un niño mimado de los grandes estudios, a los que luego amargó el caramelo.
El cineasta, nacido en La India el 6 agosto 1970, pero formado desde la infancia en Estados Unidos, empezó a filmar en su adolescencia (45 cortos en super-8), luego estudió cine en Nueva York y filmó dos películas de bajo presupuesto, “Praying with anger” y “Wide awake”, de las que dice: "Creía ingenuamente que estaba listo para tomar por sorpresa a Hollywood con mis realizaciones. Sin embargo, no tardé mucho tiempo en darme cuenta que estaba equivocado. El público no acudió a ver mis películas por dos razones muy sencillas: estaban muy mal narradas y carecían de personajes interesantes. Además de eso, tocaban temas muy superficiales".
Entonces -añade M. Night Shyamalan- decidió asumir su gran afición por los comics y las historias fantásticas de los libros, el cine o la TV: "Volví los ojos hacia las historias que siempre me habían gustado y descubrí que en el campo del terror mis ideas crecían y se desarrollaban con toda naturalidad. Aunque no fue muy fácil encontrar el tono dramático que me interesaba darle al guion de "El sexto sentido" pude al menos crear dos o tres ideas originales. La buena recepción que tuvo esa cinta me devolvió la confianza que necesitaba tener en mí mismo y en los proyectos que siempre soñé hacer".
Ahora, 18 años después de su debut como guionista y director, y desprovisto de la originalidad de sus primeros triunfos, Shyamalan tendrá que decidir si se reconvierte en el cineasta pirotécnico e infantil que parece dibujar en "Airbender" o recupera el inquietante pulso de "El sexto sentido".
© abc guionistas
06/08/2010 10:39:38