21/10/2020
El guionista y director japonés Nagisa Oshima, de 80 años, falleció este martes como consecuencia de una neumonía en Fujisawa, al sur de Tokyo, donde residía desde su retirada de la pantalla. Su nombre siempre estará asociado a una película erótica presente en todas las enciclopedias del cine, "El imperio de los sentidos" ("Ai no korida", 1976), posiblemente la primera cinta no pornográfica en incluir coitos reales, lo que provocó su prohibición en numerosos países, incluido el suyo propio, donde no pudo estrenarse la versión íntegra. El Festival de San Sebastián anunciaba el pasado noviembre que le dedicaría una retrospectiva completa en su próxima edición, de septiembre de este año.
El sexo y la política fueron los principales y recurrentes contenidos en el cine de este cineasta, que encontró refugio profesional en Europa, y cuya carrera en la dirección discurrió durante cuatro décadas, desde 1959 hasta 1999.
Nacido en Kyoto, Nagisa Oshima se graduó en Derecho antes de dar rienda suelta a su autentica vocación, la cinematográfica, debutando con los estudios Shochiku studio a los 26 años, em 1959, con "Aito Kibo no Machi" (Calle de amor y esperanza). Siguió con otros trabajos que ya definen su estilo crítico y su mirada airada contra la sociedad japonesa: "Seishun Zankoku Monogatari" (1960) y "Taiyô no Hakaba" (1960). Pero su siguiente trabajo, "Nihon no Yoru to Kiri" (1960), es ya una película abiertamente política tras la cual Oshima abandonó el estudio para hacerse productor independiente.
Esa segunda etapa en la filmografía de Oshima fue un período de gran creatividad en el que rodó una serie de películas donde plasma sus obsesiones y reflexiones sobre el sexo, la política, la violencia y la muerte, siempre como herramientas con las que analizar las lacras de su tiempo. Sus soluciones formales, muy inspiradas en las "nuevas olas" europeas y las técnicas teatrales de vanguardia, lo conviertieron en uno de los cineastas más representativos de la modernidad japonesa, gracias a títulos como "Shiiku" (1961), "Etsuraku" (1964), "Muri Shinju: Nihon no natsu" (1967), Kôshikei" (1968), entre otros.
En 1976 tuvo lugar la consagración internacional de Oshima gracias a "El imperio de los sentidos", film que por su sexo explícito no pudo siquiera editar en Japón y tuvo que acabarlo en Francia, donde se estrenó en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes y se convirtió en el título más famoso de toda su carrera. Esto le permitió filmar en coproducción con Francia otra sincera obra acerca de la fuerza del deseo, "El imperio de la pasión" (1978), que le valió el Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes. Posteriormente rodó dos coproducciones europeas que tuvieron amplia repercusión internacional: tanto el drama bélico "Feliz Navidad, Mr. Lawrence" (1982) como la perturbadora "Max, mi amor (1986) fueron nuevos acercamientos al deseo sexual como elemento desestabilizador del entramado social. Su último trabajo para el cine fue "Gohatto: Tabú" (1999), otra película insólita a la hora de tratar sin tapujos el tema la homosexualidad en el mundo de los samurais.
El Festival de San Sebastián le dedicará en su próxima edición (del 20 al 28 de septiembre) un ciclo que recogerá todos sus largometrajes rodados para la gran pantalla, una iniciativa que permitirá conocer la evolución de su carrera, dará a conocer numerosos títulos que nunca fueron estrenados en España, y estará acompañado por un libro.
abcguionistas
15/01/2013 22:04:04
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