20/10/2012 - 11 usuarios online
La TV Pública argentina estrenó esta semana el primer capítulo de “Memorias de una muchacha peronista”, una teleserie producida, escrita y dirigida por Alejandro Robino y Omar Quiroga y protagonizada por Celeste Gerez.
El elenco está integrado además por Mario Petrosini, Stella Matute, Rodrigo Cárdenas, Pablo Lambarri, Pablo Finamore, Coral Gabaglio y María Zubiri en los papeles principales, pero también hay un elaborado trabajo con documentos gráficos y filmaciones de época.
El ciclo, ganador del primer concurso del Plan de Fomento de Incaa TV, con el apoyo de varios organismos, fue rodado durante 2011 pero debió esperar un año para salir al aire por la emisora estatal mientras era posible apreciarlo a través de la web.
Constituye además un loable intento de reflejar personajes comunes en la Argentina de la década de 1940 con un fondo político y social, y para ello ubica la acción en una emisora de radio, en tiempos que sólo ese medio y los diarios eran las maneras de acceder a la información.
En el primer episodio de la serie -que se verá durante otras 12 emisiones, de martes a jueves a las 22.30- una chica de barrio, con un nombre tan neutro como Elvira González, entra a trabajar como empleada administrativa y se encuentra con un ambiente que ciertamente la deslumbra.
Todo comienza cuando se está preparando el gran festival benéfico en el Luna Park en socorro de las víctimas del terremoto de San Juan, en 1944, donde, como cualquiera sabe, más allá de lo artístico y farandulero se dispararon fenómenos esenciales en la historia nacional.
Entre alguna intriga de entrecasa, algún galán que se le insinúa y el chusmerío de una compañera de trabajo -que quizá sea más adelante “la mala” de la historia-, la chica irá comprendiendo que el trabajo al que accedió tiene aristas más que interesantes.
Entre ellas, asiste a una entrevista que su jefe mantiene en inglés con un emisario extranjero -tal vez vinculado a la embajada británica- para que ella no se entere de su contenido, pero Elvira los sorprende al retrucar con impecables frases en el idioma de Dickens.
Es que ese lugar privilegiado al que llegó le permitirá conocer y quizá codearse con personajes que pertenecieron a la vida real y que determinaron buena parte del acontecer argentino durante el peronismo.
Como en el fondo también hay un “thriller” político, se habla sin tapujos de las actitudes del presidente de facto y general Pedro Pablo Ramírez y sus posibles simpatías con el Eje, cuando Argentina se había declarado formalmente neutral durante la Segunda Guerra.
Se habla también de los manejos no sólo de políticos sino también de empresarios vinculados o simpatizantes del nazismo y de hecho el propietario de la emisora discute acaloradamente con un avisador al que supone de esa tendencia pero al que necesita por razones de economía.
El gran personaje, que es aguardado al final del primer capítulo aunque no aparece, es sin duda un coronel de nombre Juan Domingo Perón, que al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión encabeza la fiesta del Luna Park en la que conocerá esa noche a una actriz de radioteatro, por el momento conocida como Eva Duarte.
El tramado de la historia es interesante, se ven las tensiones entre los periodistas de la radio y el propietario, que intenta cuidar su fuente de ingresos más allá de la contingencia política, y algún personaje utiliza términos de entonces, como “budinazo” o “churro” para referirse a una mujer bonita.
TELAM / Noticine
11/10/2012 19:37:25