30/07/2017
El pasado 10 y 11 de mayo tuvieron lugar las jornadas “Guionista universal” organizadas por el sindicato ALMA con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Fundación SGAE, DAMA y Centro Cultural Conde Duque. Precisamente en este último espacio fue donde se celebraron las charlas que congregaron a alrededor de doscientos guionistas interesados.
Las mañanas del día 10 y 11 estuvieron los guionistas André y María Jacquemetton, artífices de la exitosa serie Mad men, que estuvieron contando a la audiencia cómo encontraron su hueco en el mercado estadounidense. Ambos aseguraron que tuvieron todo tipo de trabajos y que les costó muchos años llegar a la situación en la que están ahora, y que no hay una manera estándar de abrirse camino en la industria. Después, el matrimonio desmenuzó el método de trabajo y construcción de Mad men, así como su versión particular del oficio de guionista y también de la figura del showrunner, tan habitual en Estados Unidos.
El sábado por la tarde tuvieron lugar dos mesas redondas con la presencia de destacados guionistas del panorama español. En la primera de ellas, dedicada al guion de ficción estuvieron Diego San José, guionista de Ocho apellidos vascos; Sergio G. Sánchez, guionista de Lo imposible; Gema Rodríguez Neira, cocreadora de series como Velvet o Gran Reserva y Susana López, guionista de El tiempo entre costuras. Moderados por el también guionista Carlos Molinero, debatieron sobre diversos temas como la relación con los directivos de las cadenas y los directores, el bloqueo del escritor o el montaje.
Respecto a la relación con los directivos, todos coincidieron en que han tenido experiencias positivas. Diego San José afirmó que “siempre se ha sentido tutelado con bastante criterio” y Gema Rodríguez que “el diálogo con los directivos sirve para replantear el proyecto y hacerlo más fuerte”.
En cuanto a la relación con los directores y la presencia de los guionistas en los rodajes hubo opiniones más dispares. Sergio G. Sánchez confesó que él nunca quiso ser guionista, sino director y que por eso siempre le gusta estar en el rodaje. “Cuando vas allí no es para defender tu proyecto, sino para aprender. He aprendido más como guionista en un rodaje que estando en mi casa”, apuntó. Diego San José, en cambio, dijo que no le gustan los rodajes, una vez que acaba un guion prefiere dejarlo en manos del director y seguir escribiendo otras cosas. “Solo he ido una vez a un rodaje y Borja [Cobeaga] me echó”, contó bromeando.
De la presencia de los guionistas en el montaje, las opiniones fueron parecidas. Sergio G. Sánchez considera interesante estar en el montaje porque “tienes oportunidad de cambiar la película” y Gema Rodríguez añadió que “te permite comprobar si lo que has escrito funciona en pantalla”. Susana López, admitió que es interesante acudir a la sala de montaje y bromeó comparándolo con la verdura: sabes que es bueno comerla, pero cuesta.
Ante el temido bloqueo del escritor cada uno reacciona a su manera, pero todos reconocieron sufrirlo. “Me pasa constantemente” dijo Sergio G. Sánchez que a pesar de ello aconsejó a los presentes “sentarse a trabajar cada día, aunque no se tengan ganas”. Gema Rodríguez, por su parte, ante un bloqueo recomendó “ponerse a hacer otra cosa radicalmente distinta” y Diego San José afirmó que a él le funciona sentarse a escribir con otras personas mejor que solo. Para Susana López el secreto está en “no agobiarse”. La guionista de El tiempo entre costuras sigue el consejo de su madre: a veces hay que descansar hasta de las cosas que más te gustan.
La segunda mesa redonda estuvo dedicada al guion de programas y reunió a Aurora Gracia y Helena Morales, guionistas de Master Chef; Sergio Sarria, guionista de El intermedio y a Tomás Fuentes, guionista de Buenafuente y La Competencia. Moderando el debate estuvo Josep Gatell quien les preguntó por la diferencia entre escribir ficción y no ficción y cuál era el método de trabajo en los programas en los que habían participado. Aurora Gracia, que también ha trabajado en series de ficción, afirmó que en estas el trabajo tiende a ser más reconocido y que en programa es mejor que los guionistas “sean invisibles” porque si no, el programa parece que “pierde realidad”.
Respecto al método de trabajo afirmó que “el trabajo en equipo es fundamental”. En Master Chef, por ejemplo, hay dos equipos, el de plató donde está ella y el de exteriores donde está Helena Morales. Parten de una biblia con el guion básico y luego lo van modificando, ambas tienen que estar en comunicación constante para coordinar el guion ya que el programa tiene mucho de reality y hay cambios todo el tiempo.
En el caso de El Intermedio Sergio Sarria contó que empiezan con un brainstorming a las once de la mañana y entregan la primera versión sobre las seis de la tarde. Luego están haciendo cambios hasta prácticamente la hora de comienzo del programa. Escriben en parejas porque los temas de actualidad son complicados. “Escribir todos los días algo divertido del caso Bárcenas, es duro” afirmó bromeando. En Buenafuente, según contó Tomás Fuentes, cuando los guionistas llegaban, el equipo de redacción había hecho una selección de noticias e imágenes y ellos escribían sobre eso, con el inconveniente de que al ser un late show tenían que darle una vuelta extra a los chistes para no repetir los de otros programas de humor emitidos antes.
Respecto a la presencia del guionista en el set, todos coincidieron en que tienen poca conexión con los presentadores y demás personas que salen en pantalla, pero sí con otros equipos como montaje, producción, grafismo, etc. Y en cuanto a la reescritura, afirmaron que tiene que ver más con temas de producción, porque se producen cambios y hay que adaptar el guion. “En programas hay mucha improvisación” concluyó Helena Morales.
16/05/2014 20:39:24
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